miércoles, 25 de diciembre de 2013












La sopera que fue de mi tío abuelo, la jarra que le regalaron a mi madre en su boda, tarjetas de felicitación hechas por mis niños hace mucho tiempo, los bombones preferidos de M. aunque ella hoy no cenará con nosotros.
De alguna manera reunir a la familia, los que estamos y los que no pueden estar. Recordar que nos quisimos y nos queremos. Celebrar y seguir adelante.

viernes, 20 de diciembre de 2013

{this moment}

{this moment}

Inspired in  Soulemama




A Friday ritual. A single photo -noword- capturing a moment from the week. A simple, 

especial, extraordinay moment. A moment i want to pause, savor and remember.



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Como cada año en diciembre

















 Cuando los días son más oscuros y fríos reunirse para encontrar el calor de un abrazo. Celebrar que aun cuando los tiempos son duros nos tenemos los unos a los otros. Recordar a los que no están de una manera especial y llenarse de sonrisas que iluminan la noche. Y cantar, recitar, jugar, brindar.
Voy preparando la casa como cada año, rescato adornos viejos y añado algunas cosas que he ido haciendo. Como cada año siento que será el escenario de algunos momentos preciosos que habrá que guardar como un tesoro. 

martes, 17 de diciembre de 2013

diciembre




















Días de diciembre. Frío y sol,  preparativos y mercados solidarios de navidad. Los días pasan volando como estas golondrinas y bonitos también como ellas.



viernes, 13 de diciembre de 2013

{this moment}

{this moment}

Inspired in  Soulemama




A Friday ritual. A single photo -noword- capturing a moment from the week. A simple, 

especial, extraordinay moment. A moment i want to pause, savor and remember.




viernes, 6 de diciembre de 2013

{this moment}

Inspired in  Soulemama




A Friday ritual. A single photo -noword- capturing a moment from the week. A simple,

especial, extraordinay moment. A moment i want to pause, savor and remember.






domingo, 1 de diciembre de 2013

Uno más












Se había quedado solo y ahora está con nosotros. Poco a poco nos vamos conociendo y cada día parece más confiado y más feliz. Nunca habíamos adoptado a un perro adulto con experiencias y costumbres que nunca conoceremos, su pasado es un misterio. Pero Moro se está adaptando a su nueva vida y todo apunta a que no será el perro más obediente que hayamos tenido pero quizá se lleve el premio al más cariñoso, sus alegrías y carantoñas nos tienen embobados. Bienvenido Moro, comienza una nueva etapa,